jueves, 7 de enero de 2016

ESPACIOS DE LA CASA

La residencia de Canoas está formada por dos plantas, en la inferior están ubicadas los ambientes privados, mientras en el superior se encuentran los espacios colectivos. La decoración interior fue diseñada por el mismísimo Niemeyer y por su hija Ana María. Está otorga al ambiente una atmósfera cordial de familiaridad, que también se puede captar en las originales curvas presentes en todos los ángulos de la vivienda.
Las ventanas de los dormitorios se caracterizan por el perfil saliente y se asoman a la vegetación subtropical, la estupenda naturaleza de la zona es el elemento que resalta más ante los ojos del observador por lo que condiciona todo el proceso de proyecto. La naturaleza no se muestra separada o artificial, sino que resulta libre y se insinúa en todos los lugares de la vivienda, como por ejemplo, en el amplio saliente de granito que penetra en el salón desde el jardín, casi aflorando el suelo.
Junto a la piscina se puede admirar las esculturas realizadas por Alfredo Ceschiatti, amigo del arquitecto brasileño. Las ondulaciones elegantes de los cuerpos femeninos se adaptan perfectamente al contexto de formas fluctuantes. En cambio, resulta muy diferente la relación existente entre la  casa y el paisaje cuando nos desplazamos a la zona noche. Aquí Niemeyer diseño los espacios como refugios, los equipó con pequeñas ventanas que tan solo dejan ver un poco la lozanía del verde exterior. Las formas cóncavas de los elementos arquitectónicos , casi todos fabricados con hormigón armado, generan una espacialidad plástica que favorece la fusión armónica entre ambientes interiores y exteriores y destaca el sentido de pertenencia en la naturaleza. El techo sinuoso, sujetado por pilotis, también contribuye a subrayar el avance de la vivienda y destaca el ritmo fluido de la fachada de cristal que , entre otras cosas, permite gozar de unas encantadoras vistas al mar.


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